2/1/08

Textos sobre mi obra


Estructuras disipativas: un punto en el infinito

Múltiples sistemas informativos y sofisticadas estructuras basadas en las ciencias exactas; ideas tan complejas como la entropía y un mundo caótico que remite a universos simétricos y visualmente ordenados involucrados con la arquitectura, conforman el corpus principal de la obra de Gustavo Díaz. Su metodología creativa supone una serie de situaciones concatenadas que en algún punto presume que en realidad, se trata de una única obra en permanente evolución y ramificación. Una pieza remite a otra o bien introduce una variación que suma otro interrogante a sus representaciones matemáticas y geométricas. Organizadas según su pensamiento como redes que se extienden desde su contenido a la creación de sentido, desarrolla un cosmos visual de apariencia infinita e inabarcable a partir de conceptos abstractos que intenta plasmar en valores estéticos. Se conjuga en sus trabajos una romántica artesanalidad, que en cada nueva etapa de su investigación suma complejidad y parece dirigirse sin pausa a una escala cada vez más monumental. El tratamiento minucioso que da a sus piezas supone una laboriosidad extrema y por su grado de obsesión en el detalle resulta sorprendente. Es que Díaz, en su imposibilidad de delegar el control de algún detalle involucrado con sus realizaciones, acaba por abarcar todo el espectro productivo, esto es, desde el boceto mental que da lugar a una idea hasta el más mínimo fragmento relacionado con la realización formal y técnica de cada pieza: produce conceptual y materialmente cada obra al extremo de diseñar sus propias cajas de embalaje; aun en estas se estiman trabas, fragmentos mínimos de contención y soportes milimétricos, desarrolladas tecnológicamente con tal complejidad que se asemejan a piezas de ingeniería; y no solo las proyecta, también las realiza con sus propias manos.Esa laboriosidad mayúscula reaviva la discusión sobre la materialización de las ideas artísticas y el rol de los artistas en ese proceso. Su posición en este sentido es extrema, como su perspectiva respecto al compromiso personal que le demanda su intenso proceso de investigación. Este corpus tan sistemático que aplica a sus piezas, tiene un soporte cientificista que sigue a rajatabla y se relaciona con las llamadas ciencias ‘duras’: entropía, fractales, teoría del caos, magnetismo, y otras variables matemáticas, arquitectónicas y geométricas. Su convencimiento es contundente y purista al punto que no deja a sus producciones la posibilidad de enmendar un error. Aunque eventualmente a la vista de cualquier espectador tal suceso pudiera resultar invisible, el desvío de una línea, un fragmento milimétricamente separado de su destino inicial, un punto no proyectado, cualquier detalle fuera de control resulta suficiente para descartar una pieza, la que destruye aunque le haya demandado intensas horas de trabajo. Como fácilmente puede suponerse, su producción no tiene componentes emocionales visibles, sin embargo, tal vez por antítesis los disparan. Sus piezas no siempre resultan de sencillo abordaje, sobre todo para los espectadores no informados sobre las ideas regentes que las preceden, pero es frecuente que de inmediato a través de la contemplación, éstas impongan respeto en su perfeccionismo y funcionen como atractor de miradas, por su muy especial síntesis entre técnica y belleza formal.Hay estructuras que visualmente tienen semejanzas, pero no remiten al cinetismo, como otras que pueden emparentarse con el tradicional arte concreto. Son ideas que subyacen en sus trabajos, aunque no es su objetivo una evolución creativa de estas corrientes artísticas, sino una intención artísticamente superadora en la que su objetivo sería alcanzar desarrollos estructurales recorribles dimensionalmente, a escala humana. La música concreta, atonal, ciertas rítmicas relacionadas con el jazz, son otras influencias que podrían señalarse y encontrarse en los ritmos internos de sus obras.

Desde la composición seriada y plenamente estructurada hasta la improvisación controlada de una Jam-session, y en el mundo del arte, tanto Piet Mondrian como Theo Van Doesboug, y el artista conceptualmente zen Kasuya Sakai se hacen presentes en simultáneo en un mix paradigmático y contundente. La clave de su búsqueda, la noción inabarcable de infinito.

Patricia Rizzo

Septiembre, 2009



La Física de la belleza : Micros y macros universos de Gustavo Díaz


Como bien decía el profesor Claude Schnaidt de la Facultad de Arquitectura de París, se puede ser artista y hacer descubrimientos en la materia, la energía y el espacio que equivalen a las de un físico o de un cosmonauta [1] .Este es sin duda el caso de Gustavo Díaz, un joven artista argentino que luego de una sólida formación técnica decidió –para nuestra suerte- dedicarse completamente al arte. La cotidiana e intensa rutina de trabajo que lleva a cabo en su taller a orillas del mar en Cariló, ha sido propicia para el desarrollo de su característica obra,claramente ligada al pensamiento científico contemporáneo, y que nos sumerge en una serie de representaciones de espacios no-euclidianos, multiplicidad de universos que se agrupan en dibujos, relieves y esculturas.Ya afirmaban los artistas de Abstraction – Création (1931-1936) que el arte plástico está en adecuación completa con las ciencias (matemáticas) y por su anonimato debido a que se interesa solamente en los datos universales de la razón [2] . Y en la misma línea unos años mas tarde los artistas concretos argentinos expresaban que la estética científica reemplazaría a la milenaria estética especulativa e idealista. Las consideraciones en torno a la naturaleza de lo Bello ya no tenían razón de ser. La metafísica de lo Bello había muerto de inanición. Entonces se imponía la física de la belleza[3]. Los grandes avances técnicos y científicos del siglo XX permitirían a los artistas una nueva percepción y representación del mundo. Si tomamos en consideración, desde las primeras críticas a los postulados fundamentales de la geometría eucleidiana de Lobachevski (1837), pasando por los aportes de Riemann (1854) , el gran cambio de percepción del espacio de nuestra época comienza sólo con el descubrimiento de Einstein en 1921 de la teoría de la Relatividad. A partir de ese momento los progresos de la ciencia, y en particular la de la mecánica cuántica en física, han dado origen a un nuevo concepto del espacio, y a partir de aquí surgen interrogaciones sobre el comportamiento del mundo infinitamente pequeño o atómico.Pero son sobre todo los aportes del físico alemán Werner Heisenberg que en 1925 con su « teoría cuántica »los que logran explicar prácticamente todo el mundo microscópico.Gracias a sus investigaciones en la teoría de partículas elementales, plantea el « Principio de incertidumbre », en el que demuestra que la mas pequeña partícula está compuestas por ondas, y que éstas son inevitablemente modificadas en cuanto se las estudia. Estos nuevos conceptos abstractos de los avances científicos han indudablemente influenciado la manera de percibir el mundo, y artistas como Gustavo Díaz se han servido de ellos para realizar su obra.Pero sin ir tan lejos en el mundo microscópico,el trabajo del artista es también el estudio de la estructura del material que utiliza (densidad, textura, resistencia, etc).Y aqui cabe recordar las experiencias publicadas en 1929 por el artista y arquitecto húngaro Moholy Nagy que señalaban por entonces que « El microscopio y la microfotografía nos descubren un nuevo mundo. En esta era de apresuramiento y superficialidad, nos revelan la maravilla de la mas infima construccion… »[4]. En aquel libro reproducía microfotografías de materiales como el papel y aclaraba que : « La composición inalterable del material constituye su estructura. Cada material tiene su estructura propia, en los metales es cristalino, en el papel fibrosa ».Este nuevo mundo que describe Moholy Nagy puede tomarse como una referencia de algunas de las obras en papel de Gustavo Diaz. Asi, en su serie Paradigma de la linea nos acercamos a estructuras fibrosas como la del papel ; en Estructuras cristalizadas a la cristalina de los metales. La obra Fourier peina bucles extraños procura acercar la representacion de sonoridades complejas a las funciones periódicas del matemático francés Fourier. En estas obras o en Principio de Incertidumbre, Microredes, Mundo cuantico, Geometría blanda fragmentada, Bio-óptico, oConjuntos, viajamos indudablemente a universos muy pequeños.Sin embargo, cuando observamos sus esculturas y relieves, Gustavo Díaz nos transporta a otra escala, a representaciones tridimensionales que por medio del sonido y la luz se vuelven mas complejas.Por ejemplo, Modem lumínico, Constelación recursiva, Universo fractal imperfecto, son algunas de las obras que por su composición y sus títulos nos conducen a universos infinitamente grandes.Encontramos también en esta serie obras como Hiperespacio realizado por sucesivas placas de acrílico calado o Utopía neoplástica realizada además con vinilo, que recuerdan, por su construcción a las investigaciones llevadas a cabo por el artista Gregorio Vardanega a mediado de los años 40, con succesivas planchas de vidrio.También los artistas ópticos como los argentinos Julio Le Parc, Hugo Demarco y Horacio Garcia Rossi,trabajaron a partir de los años 60 con este tipo de esculturas. Pero mientras que estos artistas utilizaban principalmente deformaciones opticas a partir de movimiento, luz, lentes concavas, lentes convexas, espejos, etc, Gustavo Diaz lo hace además a partir de principios matematicos e introduce en el proceso de concepcion de sus obras uno de los avances tecnologicos mas importantes de nuestro tiempo, la computadora. Con ayuda de programas de diseño, trabaja funciones matematicas con estiramientos, distorsiones, superposiciones, etc, que luego reproduce de una manera artesanal y precisa sobre papel. Sus obras en vinilo sobre acrilico, o sus dibujos en tinta, o en lapiz, pasando por los relieves en acrilico son de una destacada calidad de finicion. A pesar de su gran diferencia técnica y de concepcion, las obras de Gustavo Diaz como Mundo Cuantico o Linealidad compleja se acercan sin duda a algunas obras de Julio Le Parc. Asi como las esculturasTríada de complejidad organizada, Modem luminico, o Horizon – Zontis 2.0 se acercan a algunas esculturas sonoras y luminicas de los artistas opticos de la galeria Denise René de París. Se acercan pero no se confunden, ya que mientras los opticos se ven confrontados a la barrera de la restriccion de la materia para la construccion de sus obras, Gustavo Diaz apoyado en funciones matematicas puede ir mas allay sumergirse libremente en el mundo abstracto de las ciencias puras. Sus universos hipotéticos remiten indudablemente a representaciones probables de micro y macro realidades que a su vez se inscriben en una reflexion filosofica y personal que se reclama tanto de las ideas platonicas como de la inmanencia y la pura afirmacion vital deleuziana.Sin duda por su rigor y calidad estética en la exploracion y cartografia posible de universos hipotéticos, creemos que la obra de Gustavo Diaz está llamada a destacarse y perdurar dentro de la presente generacion del arte contemporaneo argentino.

Laura Escot

Ginebra, 12 de septiembre de 2009



[1] Claude Schnaidt : Autrement dit. Ecrits 1950-2001. Gollion (Suiza): infolio, 2004, p. 270. Traducido del francés por Laura Escot.

[2] Gladys Fabre : texto de presentacion de la muestra abstraction- création. 1931-1936. Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, del 16 de junio al 17 de septiembre 1978, p. 17. Traducido del francés por Laura Escot.

[3] Manifiesto Invencionista , revista arte concreto invención (Buenos Aires), nro 1 (1946), p. 8.

[4] Laszlo Moholy- Nagy : Von Material zu Architektur, 1929. En castellano : La nueva visión. Principios básicos del Bauhaus. Buenos Aires, Ediciones infinito, 1997.




Universo sin fronteras


Las muestras tienen la función de mostrar (ofrecer a la vista y a los sentidos en general), de hacer visible a los otros los postulados que sustenta el autor a modo de manifiesto. Toda exposición, toda muestra es la explicitación de un método, y a la vez constituye una propuesta al diálogo. A modo de oferta pública, el autor abre las puertas de su espíritu y se manifiesta a través de la obra. Objetos, productos, ideas, postulados, sueños… todo ello se presenta -se hace visible- y entra en el Universo de los otros. Para ellos, el conjunto de obras; objetos; productos, son puestos en escena (se representan) y pueden ser asequibles por aquellas personas que lo deseen. Así los “otros” ingresan y experimentan estos “Universos”, en este caso “Hipotéticos”, propuestos por nuestro autor. El amigo Gustavo Díaz, nos deslumbra nuevamente con su científica y apasionada visión del mundo. El autor nos presenta diversas y múltiples formas de acceder a su mundo, un universo donde las fronteras entre el arte, la ciencia o la especulación intelectual son absolutamente sorteadas por cambios de perspectivas. Nuevos puntos de vista nos llevan a imaginar la posibilidad de otros mundos, tantos como la decodificación de mensajes, ciertamente complejos y quizás multidimensionales, estemos dispuestos a recibir. Un aparente o “hipotético” caos en el que los hilos guiados magistralmente, controlan eficientemente la puesta en escena.Todo un “Universo” en el que la precisión milimétrica de sus detalles es absolutamente controlada por su autor. En el campo de la comunicación, la interpretación o decodificación de la propuesta estética, la muestra, expresa sugestivos puntos de contacto con las búsquedas en la que están implicados aquellos que imaginan nuevos senderos para el lenguaje de la Arquitectura. El sueño de Gustavo es llegar a diseñar y construir éstos “Universos”, hacerlos habitables, dotarlos de escala humana y relacionarlos con el “Universo” interior del hombre. Este deseo no es distante de los caminos por los que transita una línea de la arquitectura que basa en la lingüística la solución de los problemas técnicos y estéticos de nuestro tiempo. Se plantea no desbordar el problema de la arquitectura hacia cuestiones extra-arquitectónicas, ésta se define dentro del campo exclusivo del arte o de la ciencia -en particular matemáticas y física-. Adicionalmente el pensamiento de la “deconstrucción” articula la investigación científica con hallazgos de la teoría del caos y la complejidad, en éste sentido podemos observar nuevos puntos de contacto con las ideas que sustenta Gustavo Díaz en sus propias investigaciones. Para quienes tuvimos la oportunidad de visitar el taller de Gustavo y observamos el rigor con el que produce su trabajo, comprendemos como la búsqueda continua hacia la perfección es el norte de su tarea. Un “Universo” en el que la rigurosidad técnica y el caos batallan, en extensas jornadas de creación -sin pausa- en el marco del apacible bosque de Cariló. En fin, la muestra “Universos Hipotéticos”, espejo del espíritu de su autor, se nos re-presenta y nos cautiva.


Arq. Guillermo García



Universos hipotéticos:

Existe un eje de pensamiento que, si se me permite una exageración, sostiene que nombrar es “dar existencia”, conocer. (nomen is numen). Entonces: ¿Por qué universos hipotéticos? Universo proviene del latín universus y se utiliza como sinónimo de mundo, en el sentido de nombrar al conjunto de todas las cosas creadas, otra posibilidad es entenderlo como todo aquello que existe en la physis. Por otro lado el vocablo hipótesis significa “algo puesto debajo” y “lo que se pone debajo” es un enunciado que antecede a otros constituyendo su fundamento. Algunos teóricos señalan una posible cualidad predictiva de las hipótesis las cuales nos permiten amplificar el conocimiento y en tal sentido me interesa destacar el germen probabilístico que conlleva lo predictivo. Entonces podemos pensar al conjunto de obras exhibidas como un cuerpo hipotético, como un “enunciado probable” pero, siguiendo un pensamiento fractal, también cada obra en sí misma es un universo probable, probabilidad que se transforma en “hábitat sensible”. Continuando ésta línea cada obra puede ser pensada como un intento de modelización de mi mundo sensible (probabilidad que permite definir un infinito punto, un aleph, desde donde mirar el Mundo, el otro). Desarrollando el concepto de modelo como representación de un sistema o idea, lo que más me interesa es señalar la posible naturaleza ficcional de los modelos. Entendiendo “lo ficcional” como el universo que provee los fundamentos de lo posible. Modelos ficcionales, nuevos códigos, visión hipotética del mundo, visión que corresponde a una hipercompleja estructura en formación, o sea, movilidad y auto-organización. “El presente está inmerso en un proceso de reconceptualización que lleva al desmoronamiento de los conceptos con los que se pretendían describir la realidad. Reconocer la complejidad, hallar los instrumentos para describirla y efectuar una relectura dentro de este nuevo contexto de las relaciones cambiantes del mundo, son los problemas cruciales de nuestra época”. (Ilya Prigogine) .Vivimos en un mundo de evolución emergente, de emergente novedad, donde el tiempo no puede volver atrás y el presente condiciona el futuro.

Proceso creativo:

Creo oportuno realizar alguna mención de la naturaleza de mi proceso creativo, pues en la propia lógica del proceso se pueden encontrar ciertos indicios que consolidan el fundamento de mi arte. Podemos pensarlo como una estructura tripartita y, si se me permite una simplificación al borde del reduccionismo que luego amplificaré, el proceso creativo puede ser representado alegóricamente como un árbol.

Al inicio del proceso existe un universo inestable dominado por la duda, la pregunta, la inquietud en sí, donde el asombro y la curiosidad, se manifiestan con tanta plenitud que, en éste universo inestable, toda concepción es posible (suelo, nutrientes, semilla-raíz que se transforman en una entidad amalgamada). La segunda etapa del proceso creativo podría decirse gobernada por una “lógica informática” intentando que las preguntas iniciales sean “atravesadas por bits”, siendo la metodología de ésta etapa la lógica binaria. Realizo secuencias de bocetos, estudios y por último, diseños. Tal vez sea importante mencionar que en ésta etapa desarrollo la simultaneidad y aprovecho la velocidad del mundo digital, (siguiendo con la alegoría del árbol ésta etapa sería el eje, el tronco multidireccional ) Por último, y tal vez la etapa más significativa del proceso, inicio un desarrollo que tiene que ver con la intervención matérica anclada en la realidad física de los objetos, iniciando una serie de acciones de naturaleza totalmente artesanal, ésta tercera parte del proceso puede pensarse como de naturaleza analógica (ramas y follaje). Existe una hermosa idea de Hiroshi Ishii, del MIT Media Laboratory, sobre lo que él llama Bits tangibles, básicamente el concepto consiste en "dar forma física a la información digital" y, de ese modo, "poder manipular los bits directamente con nuestras manos, y posibilitar el reconocimiento medioambiental de la información en la periferia de la conciencia." Ahora sí podemos abandonar la idea porfiriana de árbol, pensamiento lineal y binario, y abordar la idea deleuziana de rizoma, no linealidad, abandono de la lógica secuencial, complejidad y recurrencias, y es así que tendremos un esquema más acertado de mi proceso creativo. En algunos sistemas dinámicos no lineales, teoría desde la cual puede ser pensado el proceso creativo, la dependencia entre las partes que configuran el sistema es muy sensible y pequeñas variaciones en las condiciones iniciales provocan cambios substanciales en el resultado final, es por ello que todo plan puede ser estructuralmente alterado por “lo eventual”. Salvado “lo eventual” y una vez hecho el intento de esquematizar mi proceso creativo debo agregarle una nueva complejidad y es que las 3 partes mencionadas anteriormente no pueden ser pensadas desde una lógica secuencial, muy por el contrario lo sincrónico y lo diacrónico se da alternativamente.


Gustavo Diaz




Diaz convierte la ciencia en arte


La obra de Gustavo Díaz invita a preguntarse cómo abordarla, si desde un punto de vista artístico o científico. Dejamos para el final de esta reseña las posibles conclusiones, ya que su recorrido por escuelas y talleres de arte desde su infancia hasta los profesorados de Pintura y Escultura de la Pueyrredón lo ubicarían en el primero.

Después de sus estudios en el Otto Krause, Díaz orienta su interés hacia el pensamiento científico. Es así que su primera muestra individual en Proyecto A – Arte Contemporáneo (Av. San Juan 560, San Telmo), bajo la curaduría de Patricia Rizzo, nos enfrenta a “Universos Hipotéticos”, en los que rondan las teorías sobre los “bit tangibles”, es decir, “dar forma física a la información digital para poder manipular los bits directamente con nuestras manos y posibilitar el reconocimiento medio ambiental de la información en la periferia de la conciencia”, según una idea de un científico del MIT.

Este pensamiento y otros están como trasfondo de esta exposición sobre los que echan luz los textos del catalogo, por ejemplo: la entropía, la teoría del caos, variables matemáticas, arquitectónicas, geométricas, las ciencias puras, fractales, magnetismo, exceden nuestro conocimiento pero el artista ha intentado comunicarlo cuando se refiere a su obra y a su proceso creativo.

Prescindiendo de teorías, como contemplador, lo primero que llama la atención es su perfeccionismo, la laboriosa y minuciosa manipulación de acrílico calado, vinilo, material reflectivo, vinil cortado sobre acrílico, acrílico transparente, espejos, elementos que elabora personalmente, encastra, dibuja, perfora, un trabajo obsesivo. Cuando el contemplador se acerca a este universo riguroso, complejo, a la manera en la que Díaz construye, ya sea los objetos, los dibujos de carácter óptico, así como aquellos que rozan la inmaterialidad y parecen disolverse, no puede menos que maravillarse ante su calidad estética.

Hay otra seria de obras “coaliciones formales autogeneradas”, vinilo cortado y pegado sobre acrílico, sistemas formales que en su parte externa “esta generada desde la estructura interna del propio sistema”. La serie “Paradigma de la línea - de Platón a Deleuze”, en la que desarrolla la visión de la línea visible-inteligible y la modificación de la visión deleuziana acerca del rizoma.

No obstante el conocimiento científico al que deberíamos bordear, al menos para comprender el sustento de la creatividad de Gustavo Díaz, sus obras son poéticas, sensibles, una relación arte-ciencia, elaborada en el silencio de Cariló, lo que le permite sumergirse en un “Universo Hipotético”, de gran belleza, una utopía para aquellos que habitamos en el ruido de las ciudades.

Laura Feinsilber









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